Ariadna ya ha penado y sufrido suficiente, Ariadna se ha encerrado en una isla rodeada por sus propias lágrimas durante demasiado tiempo... pero el sol vuelve a acariciar estas orillas con cálidos susurros.
Tengo un hilo mágico y dorado y he decidido darle nuevos usos.
¿Te atreves a perderte en el laberinto? ¿Confías en mí?