18/6/11

Estate quieta....


... Y me pregunto porqué es tan difícil no pensar, poner la mente en blanco, tirar del freno de mano de mis neuronas y escuchar el chirrido de goznes de pensamientos que vienen y van en un ensordecedor zumbido cual abejas furiosas en un panal.

Una vez me dijeron, piensa en un folio en blanco.... ¡¿un folio?! imposible, en apenas unos minutos estaría lleno ya de borratajos, colores, pensamientos, la lista de la compra, el lunes toca médico, el jueves es fiesta, fulanito no me llamó ayer ni antes de ayer, ¿acaso ya no piensa nunca en mí?

No, un folio en blanco no sirve, necesito algo más grande, ¿una pared quizá? ¿el cielo entero? un avión imaginario trazando carreteras blancas en un cielo manso y azul de verano.... cierra los ojos pequeña, olvídalo todo, todo se acaba solucionando sólo. Es sólo una época complicada pero mejor plantearlo de otro modo, sólo un reto, nueva casa, nuevo trabajo, nueva vida, gente nueva, deja abierta la ventana para que entre aire fresco.

Me asomo y veo el mismo paisaje de siempre, tan feo como siempre y sin embargo a veces hasta me parece hermoso. Se oye a los pájaros desde por la mañana, ya no les asusta el ruido de los coches, se han adaptado a la ciudad, se han adueñado de ella.

Cierra los ojos pequeña, piensa en una isla blanca en el Mediterráneo, nada mejor que cerrar los ojos para recorrer aquellas fantasías aún por realizar, aquellos sueños por cumplir, aquel amor que nunca cuajó, aquel que te inundó, aquellos dedos recorriendo tu barbilla, aquella lengua traviesa y esa mirada de bicho maquinando la próxima trastada, los besos que negaste, los que esquivaste, los que lanzaste al aire y se dispersaron al chocar contra una farola y jamás lograron, ni tan siquiera una pequeña partícula, alcanzar su destino, los que robaste..., los que ofreciste, los que regalaste e incluso aquellos que casi impusiste.

Tan seria ella, tan formal, tan distante, esconde su alma de niña, sus muñecas despeinadas, los libros devorados, el parque, las disputas infantiles, .... Ya no somos amigas, mañana quizá lo seamos de nuevo.

Imposible parar, imposible no pensar, imposible no soñar, no recordar, cuando el miedo amenaza con paralizar coges carrerilla y lo embistes antes de que el tornado coja fuerza suficiente para arrastrarte y si lo consigue te fundes en él, te dejas llevar, te amoldas a su furia hasta que finalmente te deposita suavemente sobre la arena. Sabes que es la única manera...

No puedo parar... ya no importa. Ya no quiero hacerlo...
Google

Seguidores