16/9/07

Las uñas de esta gata...

Las uñas de esta gata arañan con furia. Si la provocas te mira intensamente. Si no reaccionas a su advertencia e insistes en conseguir algo que ella no quiere darte tiene dos opciones y siempre optará por una de ellas.

Está la retirada, en un principio lenta, sin apartarte su mirada desafiante, después, camina marcha atrás, con su elegancia característica, acompasando perfectamente sus pasos y al primer descuido de tu mirada se escabulle y desaparece en cualquier rincón oscuro.

O bien, si se siente demasiado amenazada y no ve escapatoria, puede optar por el ataque. No la mires demasiado a los ojos, no intentes juguetear con ella, ni se te ocurra acariciarle las orejas puntiagudas... acecha el momento preciso y te lanza su zarpa, te clava las uñas y mientras la punzada de dolor te distrae sale corriendo, da un salto y desaparece.

Bien, tras esta pequeña charla sobre usos y maneras gatunos me encuentro en mi habitación, solita, solita en mi casa. Se me pasó por la cabeza ver cuán parecidos somos los humanos en algunos aspectos a los animales. Algunos humanos somos realmente animales bajo nuestra piel.

Corderitos sumisos... lobos solitarios... gatos independientes... zorros astutos... perros fieles... podría seguir, la lista es larga.

Tampoco creo que seamos cada uno uno solo, a veces nos disfrazamos, adoptamos otro papel, o simplemente no nos gusta cómo somos y tratamos de ocultarnos o defendernos bajo otra piel. Los corderitos que se disfrazan de lobo feroz para intentar aparentar ser "duros", los lobos que se disfrazan de corderito para desarmar a su pieza y atacar en el momento en el que ésta baja la guardia..., los gatos que presumen de su independencia pero no pueden vivir alejados de su am@, los ratoncitos asustadizos que de pronto se convierten en zorros astutos ante nuestros impávidos ojos..., o el que presume de astucia para intentar asombrarnos y colocarnos encima del plato que ansioso desea degustar.

¿De qué tipo eres tú?

Lo cierto es que es en la noche y en la cama cuando mejor salen nuestros instintos animales aunque algunos sujetos los muestran durante todo el día. Que hable a veces en masculino y otras en femenino es independiente pues al igual que hay animales macho y hembra de todo tipo, en nuestro "reino humano" particular tenemos gatos y gatas, zorros y zorras, perros y perras, lobos y lobas... ¿y porqué será que no es lo mismo ser un zorro que una zorra? ¿porqué en femenino siempre suena peor?

A mí me gusta ser una gata a veces, asomarme a mirar discretamente, hacer alguna travesura y luego escabullirme, dejarme acariciar un rato y luego saltar de tu regazo tan pronto como cualquier otro estímulo capte mi interés.

A veces me gustaría ser una zorra, astuta para engañarte, para vengarme por los engaños sufridos en el pasado, para no dejarme pisotear, engañarte con trucos y cantos de sirena, atraerte hacia mí y devorarte... y después... dejarte.

A veces me gusta ser una perra, fiel y sumisa, esperando que me des mi premio por obedecer tus órdenes aunque en realidad, creo que me gusta más ser yo quien las dé.

Pero a fin de cuentas, aunque cada uno juguemos a ser quienes no somos, siempre está nuestro instinto más profundo, nuestra esencia dominante que nos obliga a ser cómo somos y a mí, por encima de todo, me encanta maullar en tu oído, ronronear a tu alrededor, y sacarte las uñas, que arañan de verdad, si invades mi territorio, si pretendes ir más allá del límite que yo te he marcado.

¿Quieres jugar?

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