20/10/07

En busca del País de las Maravillas...

Ya hace algún tiempo que no escribía pero una persona a la que conocí recientemente accedió a mi reto y me propuso un tema para un nuevo relato así que allá va...

Primera parte...

Alicia era la criatura más dulce que haya podido encontrarme jamás y al mismo tiempo tiene ese halo que atrae, que seduce a todo aquel que se encuentra, que rompe tus esquemas y te sorprende a cada momento porque nunca sabes si la próxima será la de cal...

Alicia me sedujo incluso a mí y me transportó directamente al País de las Maravillas, con aquella pócima misteriosa que, quizá dejó caer en mi bebida sin que yo me diera cuenta porque estaba como embobada mirando aquellos ojos verdes, misteriosos, traidores quizá... cristalinos como el mar en la Costa Azul.

Tenía una conversación inteligente y agradable y me gustaba estar en su compañía. Un cabello negro y lacio que brillaba como un espejo hasta posarse suavemente sobre sus hombros y pulseritas que tintineaban cada vez que movía sus manos, cosa que hacía con frecuencia.

Era una muchacha muy expresiva y simpática aunque de pronto se volvía tímida, te miraba a los ojos y acto seguido apartaba la mirada, visiblemente ruborizada.

Aquella noche la sorprendí más de una vez mirándome de soslayo, en una cena que dos compañeros de trabajo organizaron exclusivamente para solter@s y en la que no estaba permitido, bajo ningún concepto llevar pareja. Era la primera vez que acudía a un evento de este tipo con compañeros de trabajo pues, por lo general, no me gusta mezclar el trabajo con mi vida privada ni dejar traslucir esa parte íntima de mi vida a las personas con las que comparto mi hora de comida o mi café de media mañana pero ese día me había propuesto ser "buenecita", salir, tomar unas cervezas, unas risas y volver a casa... ingenua de mi...

Mi compañera en cuestión de 5 minutos ya me había integrado absolutamente en su grupo de amigos y conocidos que no era precisamente pequeño y entre ellos estaba Alicia. Me sonrió un instante después de darme un beso en la mejilla y rozarme levemente el hombro con sus dedos y me mostró una hilera perfecta de perlas que contrastaban con su piel morena. Me enamoré en ese mismo instante y el resto de la cena fue una continua pelea conmigo misma para quitarle la vista de encima de vez en cuando y atender a otras conversaciones...

Creo que mi compañera de trabajo se percató de ello y las ví cuchichear algo que ni siquiera llegué a leer en sus labios pero ellas me miraron y se sonrieron y me sonrieron a mí y mis defensas cayeron automáticamente volviendo a alzarse instantes después. Demasiado tarde... ambas venían a por mí ofreciéndome una bebida y nos apartamos un poco, charlando de temas triviales, su mano fue deslizándose por mi espalda lentamente y mi compañera se dió perfecta cuenta porque la imitó, provocándome entre ambas un escalofrío que me cortó el habla.

Después de la cena fuimos todos de copas a bares y pubs oscuros. Mi compañera, que hasta ahora nunca se hubiera percatado de que pudieran gustarme las mujeres, ni siquiera yo estaba segura de ello, había captado en mis ojos el resplandor de la excitación al ver a su amiga e hizo lo posible, con no poca mala intención, para provocar un encuentro más intenso entre Alicia y yo. En un momento pensé que incluso ella llegaría a unirse a la fiesta en algún momento.

....

Dos cervezas más tarde Alicia y yo bailábamos muy pegadas, no sé si en algún momento fuimos el centro de atención del grupo porque ella tiene un cuerpo precioso y, por lo general, a mí tampoco me importa presumir un poco del mío. Notaba que mi compañera, Helena, nos observaba con una sonrisa traviesa y el temor a lo que pudiera decir el lunes en la oficina se mezcló con el morbo de la situación, de ser la primera mujer a la que deseara besar, recorrer con mis manos, acariciar, devorar...

Unos minutos después, Helena ocupó el lugar de Alicia, a la voz de "me prestas un ratito a Ari" me tomó de la mano y empezó a bailar conmigo... uffff, aquella mujer con la que comparto varias horas cada día, con la que me río, con la que cotilleo y con la que bromeo me rodeaba con sus brazos y llegado ese momento yo ya no sabía lo que sentía exactamente. Me dijo al oído con una voz sensual que nunca le hubiera imaginado antes "¿verdad que es adorable? Mírala, no puede apartarte la vista de encima, no desaproveches la ocasión, te dará el placer que nunca antes ningún hombre te ha dado" e inmediatamente después depositó un suave beso en mi mejilla y me dijo "ve con ella, pero ve aparte, donde nadie os conozca y os podáis sentir a gusto".

En ese momento no sabía si era una marioneta en manos de las dos, si Helena de verdad deseaba provocar ese encuentro, si aunque nunca hubiera salido antes el tema se percataba de que pudieran atraerme las mujeres... pero no me importaba ser marioneta en manos de Alicia, la tomé de la mano y me la llevé fuera donde pudimos, al fin, besarnos sin preguntarnos quién pudiera vernos....

Helena nos observaba desde la puerta con una sonrisa y cuando nos vió irnos, con las cinturas entrelazadas volvió a entrar al Pub.

...

Alicia vivía sola, debiá tener unos 10 años más que yo y era preciosa y excitante, con ese encanto que pueda tener una mujer que ya ha vivido varias experiencias y sabe exactamente lo que quiere.

En el ascensor de su casa me dió el aperitivo, metió suavemente la mano entre mi cintura y la cintura de mi pantalón, no sé como pudo llegar a hacerlo, pues estaban realmente ceñidos, sin sentir la más mínima violencia en su gesto pero me provocó una de las primeras más intensas sensaciones que hubiera podido tener hasta el momento...

Continuará....

2 comentarios:

Mía dijo...

Dulce relato, inesperado, candido en ocasiones, pero tan atrayente que me inspira probar suerte y ver si tengo la fortuna de encontrar una alicia que me lleve a ver las maravillas de compartir con una chica experiencias alucinantes. No dejes de escribir, escribes genial y transmites mucho. Besos.

Ariadna enredando dijo...

Gracias mil por tu comentario Mía, es absolutamente inventado, a petición de un amigo pero sin duda... si soy capaz de inventarme algo así y relatarlo tal cual lo lees...

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