17/7/09

Hombres casados

... he vuelto al lugar de partida... he cambiado mi anuncio aunque no tengo demasiadas ganas ni demasiados ánimos para conocer a nadie pero quizá ser consciente de que hay muchos más peces en el mar me haga sentir mejor y como esta vez no he puesto claramente que NO QUIERO UN HOMBRE CASADO EN MI VIDA la estadística podría ser la siguiente:

Cien mensajes, aproximadamente, en la primera semana entre los que sí entran en mis criterios de búsqueda, los que no, y los que desconocen que su mensaje irá a la papelera tan pronto introduzcan algo que pueda parecer una forma de contacto enmascarada.

De esos cien, unos 80 están casados y lo declaran abiertamente en la primera línea de sus mensajes, el resto, o están separados, o no se pronuncian o tienen menos de 30 años.

Y bien, quizá me da otra perspectiva, ¿esta historia no es tan especial en el fondo?¿quizá no soy yo quién tiene tanta tendencia a atraer a hombres que ya están metidos en otra historia y, en ocasiones, incluso se sienten felices en ella?¿quizá es que hay demasiados y la probabilidad es mucho más alta?

Y eso que dice mi madre de las "cargas familiares"... Me dan ganas de reír cuando oigo ésto de las cargas familiares pero no anda tan lejos de la realidad porque realmente, conocer a alguien que inicialmente sólo va a ser un amigo, o un amante, o ambos puede acabar convirtiéndose en un atisbo de romance más o menos duradero y en mi opinión, cuando es él quien trae su "maleta" de una relación anterior y ella no, comienzan los problemas, rivalidad, celos, casi siempre por parte de la mamá de los niños que pensará: "y ahora que él tiene otra pareja, ¿quién es ella?¿con quién estarán mis hijos además de con su padre cuando no están conmigo? y siento una profunda empatía, no porque sea madre sino porque ya he sido esa otra y sé que no es fácil, y entra en juego también el instinto maternal de la "intrusa".

Dejemos el tema de las cargas familiares a un lado y volvamos al eje de este post. El hombre casado que no es feliz en su matrimonio, que quiere alejarse y sin embargo, no se da cuenta de que antes de abrir una puerta es necesario cerrar otra para que no haya demasiada corriente y como me decía un amigo hace unos días, cuando se empieza una relación cada uno debe tener sus muertos bien enterrados y no llegar y plantárselos al o a la otra encima de la mesa pero peor aún es cuando esos muertos ni siquiera están aún muertos del todo y sí muy vivos y no digamos si la otra parte contratante planta a su vez también los suyos y entonces ¿a qué jugamos?

La relación empieza mintiendo a la mujer para estar con la amante y el casado infeliz asegura que se va a ir, que quiere ser feliz y empezar una nueva vida y la nueva vida incluye a una persona que es libre y feliz y que en muchos casos acaba enclaustrada en su casa llorando con tres cajas de kleenex encima de la mesa porque no tuvo el coraje en su momento de decirle: "oye, tú, cierra esa puerta, soluciona tu vida, y luego ya veremos", al contrario, se deja enredar en sus palabras, en sus promesas que enmascara como "no promesas"... "No te prometo nada, ¿vale?"

Y al principio siempre es todo maravilloso porque si empieza a ir mal y aún así te enganchas ya eres un caso perdido pero no va mal, va demasiado bien, tan bien que como decía unos post más abajo, da vértigo y eres consciente del pantano en el que te estás metiendo hasta la cintura y que cuando el barro te llegue al cuello te resultará muy difícil salir de ahí y entonces te sientes culpable y estúpida y piensas: "yo era una mujer inteligente y creo que sigo siéndolo aunque parezco una idiota aquí llorando y comprando las cajas de kleenex en pack de a dos" y te sientes culpable pensando que todo se fue al carajo por tu culpa, por haberle presionado, por haberle machacado, por no haber tenido paciencia y te sientes más frustrada aún porque él parece haberse ido de rositas y ser más feliz que una perdiz.

Y he aquí, que tú que quizá conoces la historia porque has vivido algo similar o algo parecido le ocurrió a alguna amiga, porque señores, éstos traumas parece que sólo los pasamos las féminas, sonríes y piensas: "la raza humana, con todos sus avances tecnológicos no evoluciona y sigue tropezando una vez y otra y otra más con el mismo pedrusco".

Pues no, no evolucionamos y para más inri nos culpamos y autoflagelamos indefinidamente por ello pero, ¿y él? porque no niego que haya mujeres adúlteras (otra palabra que me encanta, por cierto) pero el título de este post es "hombres casados".

Él ha encontrado aire fresco, una puerta nueva que ha abierto y resulta que del otro lado hay una chica estupenda y alegre que le devuelve el entusiasmo a su aburrida vida y empieza tímidamente... tímidamente el primer día y de pronto parece que se ha enamorado hasta las cejas tanto que le da igual cualquier obstáculo y ni Carl Lewis corre tan deprisa y tiende una maraña a su alrededor y un día, ella, que sigue viviendo su vida y no se siente acosada porque además le están acicalando la vanidad hasta límites nunca imaginados, empieza a bajar defensas y los 20 mensajes al día, la llamadita de por la mañana para empezar el día y la de estoy llegando a casa aunque llevamos 5 horas juntos no le parecen un acoso y no se da cuenta que igual que ahora miente a su mujer como un cosaco para escaparse con ella, otrora la mentirá a ella porque es él quien se siente acosado... oooops. ¿En qué parte del cuento nos hemos perdido? ¿Quién puede creer en el matrimonio con semejante estadística y tales perspectivas?

Eres una mujer joven y atractiva, además disfruta en la cama contigo (o donde sea) como no lo ha hecho en años porque está enamorado y eso le hace sentir todo con mucha más intensidad y está viviendo una vuelta atrás, se siente 10 años más joven, se ríe contigo, te hace reír, te lleva de paseo y a hacer la compra y toda tu vida resulta más fácil de pronto pero este hilo es delicado porque los muertos siguen ahí, y repito, no están muertos y no digo que desee que lo estén realmente, es sólo una metáfora, no vaya usté a pensar que la amante desearía ni por un momento asesinar a la pobre mujer cornuda.... pero el hilo se rompe y se rompe de golpe pero no del todo, es como la soga a la que sólo le queda un pequeño filamento firme en el centro y llega la agonía...

Creo que ya me he extendido demasiado por hoy... me parece conveniente dejar lugar a tus comentarios si deseas hacerlos...

MORALEJA: Mujer, si quieres sufrir... pon un hombre casado (con otra) en tu vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Tú que lo tienes todo, inteligencia, una vida estable, sensibilidad, qué haces aquí? Seguro que los que me quieren me preguntarían algo parecido, y yo, te lo pregunto a ti, no serían los mismos adjetivos, podríamos cambiar vida estable por juventud, belleza, futuro… Alguno más, pero la pregunta, en esencia, sería la misma, ¿qué haces aquí? Y no seríamos los únicos a los que se nos podría formular, pero ahora estamos hablando tú, Ariadnaalos30, y yo, Geratres. Nombres que no son, pero que quizá nos representan más que los reales: Ariadna a secas y Gera, o los que sean. Mi única excusa quizá sería que el mensaje te lo envié cuando decías que no querías hombres casados. Pero soy de esos, o quizá peor, porque además de casado no estoy cansado de estarlo. ¿Y qué haces aquí, entonces? Quizá, porque como Teseo, me metí en un laberinto que no debía, no para ser un héroe como él, no, pero sí un laberinto al fin y al cabo. Y ¿qué es un laberinto? Un laberinto es el lugar más bello que puede existir, porque te promete que te vas a perder al mismo tiempo que te jura que hay salida. Y es esa incongruencia, justamente esa, la que te impele a penetrar en él. Y yo entré en el laberinto, hace mucho tiempo, tanto que casi lo he olvidado (qué mentiroso que soy, eso no lo olvidaré nunca, un 30 de junio) y cuando entras por primera vez, salgas o no salgas, porque yo no sé si he salido o sólo lo creo, sólo encontrarte con la primera bifurcación, sabes que siempre volverás a él. Y si no vuelves físicamente, porque tienes una voluntad de hierro y te lo niegas, igualmente sigues en él, tu cabeza sigue ahí, recordando que una vez estuviste, que una vez te perdiste y quisiste seguir perdido. Por eso quizá, porque no tengo fuerza de voluntad, digo Madrid en vez de decir Barcelona, porque así es más difícil. Y también para no perder lo que me queda, es verdad, de antes de entrar en el laberinto. Y por eso digo que no busco sexo, pero, cómo se miente uno, porque no es el sexo lo realmente engancha, tú lo sabes Ariadanaalos30, tú lo sabes. He vivido una vida que nunca hubiera imaginado vivir, es cierto, a costa de perder el equilibrio, a costa de poner en peligro la estabilidad. Esa vida la he vivido, pero como un aroma, como una melodía sabes que nunca más te va a abandonar. Quizá por eso estoy aquí.

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